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    MADRID, 20 (EUROPA PRESS) Expertos reunidos en el simposium ‘Leading Change in Paediatric IBD’, organizado por AbbVie, han destacado la importancia de acortar los tiempos entre el inicio de los síntomas y el establecimiento de la estrategia terapéutica de los pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal (EII), con el fin de minimizar el impacto de esta patología. “El objetivo del encuentro ha sido ofrecer una visión completa y actualizada de la EII en la infancia, no sólo desde el punto de vista clínico, sino también respecto a su repercusión social y para el sistema sanitario, y al mismo tiempo, analizar las principales novedades en el abordaje y las revisiones de los diferentes tratamientos. Es un encuentro muy importante por la cantidad y categoría de los ponentes, y por el nivel del programa que se presenta”, ha comentado el gastroenterólogo infantil del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona y único ponente español del Simposium, Javier Martín de Carpi. Y es que, en sus primeras fases, algunos rasgos característicos de la EII, como por ejemplo el dolor abdominal, diarrea, cansancio, fatiga, sangrado rectal, se presentan como síntomas larvados ya que se pueden confundir con otras patologías gastrointestinales. “Aunque se aprecia una mejora en los últimos años, actualmente el retraso del diagnóstico en EII se sitúa entre los seis y siete meses, según los últimos estudios. Para reducir todavía más estos tiempos, es preciso seguir trabajando en el conocimiento de la EII por parte de los pediatras así como mejorar la comunicación y coordinación entre todos los niveles de la atención sanitaria. Por último, la concienciación de la población general es básica”, ha recalcado Martín de Carpi. CONTROLAR LA EVOLUCION DE LA ENFERMEDAD Junto al diagnóstico precoz, los expertos han subrayado la importancia de controlar la evolución de la enfermedad para anticipar posibles brotes, que pueden condicionar un deterioro del estado general y una lesión progresiva del intestino. Por este motivo, a su juicio, es “fundamental” establecer cuanto antes un tratamiento intensivo que mejore el pronóstico de la enfermedad y, por tanto, la calidad de vida del paciente. Así, los expertos han abogado por fomentar un mayor conocimiento por parte de los profesionales de las diferentes opciones terapéuticas, con la puesta en marcha de las estrategias para optimizar dichas terapias y prevenir los efectos adversos de los mismos, para contribuir a una mejor evolución de la enfermedad. “No hay que focalizar todo el debate en los posibles efectos adversos de la medicación, ya que los fármacos disponibles hoy en día han demostrado su eficacia en el bloqueo de la inflamación desde fases muy iniciales de la enfermedad. De hecho, las terapias anti-TNF han supuesto un cambio radical en el manejo de la EII y cada vez, tenemos más experiencia de un mejor control de la enfermedad gracias a estos medicamentos”, ha enfatizado Martín de Carpi. Por otro lado, los expertos han recordado que la presencia frecuente de manifestaciones extraintestinales en la EII supone una atención integral por parte de diferentes especialistas. “Existe mucho margen de mejora en el cuidado de los pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal pediátrica, fundamentalmente en relación a la creación de unidades multidisciplinares para el tratamiento de estos pacientes, tratando de abordar los diferentes aspectos de la vida de los mismos que se pueden ver alterados”, ha zanjado el doctor.

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