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    MADRID, 21 (EUROPA PRESS) Investigadores del departamento de Medicina y Dermatología de la Universidad de Málaga y del departamento de Fotoquímica de la Universidad de La Rioja han desarrollado protectores solares más eficaces a través de compuestos que producen algunos hongos y algas de forma natural. En concreto, los científicos, cuyo trabajo ha sido publicado en la revista ‘Angewandte Chemie International Edition’ y recogida por la plataforma Sinc, han desarrollado compuestos que aportan una mayor estabilidad y duración a los protectores solares. De esta forma, han demostrado la posibilidad de incluir en las cremas de protección solar estas moléculas basadas en los llamados aminoácidos tipo micosporinas naturales, que contienen de manera natural algunos hongos y algas, para hacerlas más eficaces y más duraderas. De hecho, en los experimentos, los científicos confirmaron que la estabilidad de estos análogos de micosporinas hasta 270 grados centígrados presentaba una estabilidad del cien por cien tras 6 horas de la aplicación bajo el sol y que, junto a los compuestos más comúnmente comercializados, son capaces de aumentar el grado de fotoprotección. USO INDUSTRIAL Además, aumentan la estabilidad en la mezcla para que su acción sea mucho más duradera. Del mismo modo, los autores han conseguido sintetizar análogos de micosporinas con capacidad de absorción de diferentes bandas espectrales en el ultravioleta, lo que abre el abanico de posibilidades para su uso industrial. “Este avance en la creación de nuevas moléculas con efecto pantalla suple las carencias de los compuestos clásicos, como su volatilidad, y mejora su capacidad de atraer radiación ultravioleta, lo que abre la puerta al diseño de nuevos productos de absorción de amplio espectro solar para proteger la piel frente a melanomas”, han explicado los investigadores. Los protectores solares contienen una serie de compuestos químicos capaces de absorber las radiaciones ultravioleta para disiparlas y que no sean nocivas. En trabajos anteriores, los científicos observaron cómo las micosporinas, sustancias que contienen de manera natural algunos hongos y algas, actúan como fotoprotectores y tienen una alta capacidad antioxidante. Por tanto, son “potentes” pantallas solares frente a la radiación ultravioleta y presentan una “gran absorción” de la luz más peligrosa para los organismos, que transforman en calor. El problema de plantear el uso comercial de estas sustancias naturales se basa en la extracción, ya que supone un elevado coste. Por ello, los expertos decidieron observar el comportamiento de la molécula y sintetizarla de manera artificial en el laboratorio consiguiendo una muestra con el mismo efecto protector contra los rayos del sol y la misma estabilidad que la natural. De esta manera, han testado sus posibilidades para incluirlas en cremas comerciales de una manera masiva a menor coste.

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