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    MADRID, 4 (EUROPA PRESS) Investigadores de la Universidad de Boston (Estados Unidos) han observado que el uso del antiséptico clorhexidina para desinfectar la zona del cordón umbilical de los recién nacidos no sirve para reducir la mortalidad neonatal en Africa como se había conseguido previamente en varios países del sur de Asia. El estudio, cuyos resultados publica la revista ‘The Lancet Global Health’, pone en cuestión los recientes esfuerzos que se están realizando para ampliar el uso de la clorhexidina a nivel mundial como estrategia para reducir el riesgo de sepsis neonatal. “A pesar de que la clorhexidina ha sido potencialmente beneficiosa en lugares con una alta tasa de mortalidad neonatal en el sur de Asia, el tratamiento no tuvo efecto sobre la mortalidad neonatal en Zambia, un entorno con una tasa de mortalidad neonatal más baja”, señalan los autores del hallazgo. El trabajo se basó en el uso generalizado de este antiséptico en una provincia del sur de Zambia, donde durante los dos años que duró el estudio nacieron 37.800 niños. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define como muerte neonatal todas aquellas que se producen en los primeros 28 días de vida y a nivel mundial se estima que afecta a 3 millones de recién nacidos. El 13 por ciento de estas muertes son consecuencia de alguna infección, y se estima que la falta de higiene en los partos y durante la primera semana de vida es clave en estos fallecimientos, que en la mayoría de casos son prevenibles. Ante esta situación, se aconseja el uso de la clorhexidina en la zona del cordón umbilical durante la primera semana de vida en aquellos recién nacidos de zonas con una elevada mortalidad neonatal, con más de 30 muertes por cada mil nacimientos. Durante la última década, los estudios llevados a cabo en Bangladesh, Nepal y Pakistán han revelado que su uso logra reducir la tasa de mortalidad neonatal en comparación con aquellos países donde simplemente dejan secar el cordón. Pero este trabajo y otro realizado en paralelo en la isla de Pemba, en Tanzania, muestra como estos beneficios podrían “no ser exportables” a muchos países de Africa donde hay más partos en el ámbito sanitario y la atención en el parto hace que la mortalidad neonatal sea generalmente más baja. Mientras que apenas el 20 por ciento de los partos en los tres países del sur de Asia se produjo en un centro sanitario, en Zambia la cifra asciende a un 63 por ciento. QUIZA NO SE OFRECIO SUFICIENTE INFORMACION Los autores reconocen que entre los factores que podrían haber influido en el poco descenso de la mortalidad neonatal en el estudio de Zambia podría haber sido que no se ofreció suficiente información sobre la necesidad de extremar las precauciones para mantener limpia la zona del cordón umbilical. Por ello, admiten que generalizar el uso de la clorhexidina a todos los países con pocos ingresos debe acompañarse de un buen control y, por ello, es necesario identificar en qué zonas es más eficaz su uso. “Tenemos que centrarnos en las intervenciones que sabemos que funcionan en este contexto, como el uso de matronas cualificadas y la reanimación neonatal, que son las que pueden favorecer una mayor reducción de la mortalidad infantil en entornos con recursos limitados”, dijo Katherine Semrau, una de las autoras del estudio.

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