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    MADRID, 13 (EUROPA PRESS) La diferenciación entre los problemas de riñón provocados por una enfermedad renal o por el envejecimiento natural es determinante a la hora de ofrecer el mejor tratamiento a los afectados, según han destacado diferentes expertos nacionales e internacionales en un encuentro del Grupo de Nefrología Geriátrica de la Sociedad Española de Nefrología (SEN) que se ha celebrado en Salamanca. Se estima que algo más de 4 millones de personas padecen en España una enfermedad renal crónica y se estima que cada año unas 6.000 personas con insuficiencia renal avanzan hasta necesitar un tratamiento renal sustitutivo (hemodiálisis, diálisis peritoneal o trasplante renal). Es una patología cuya frecuencia se incrementa con la edad y el envejecimiento de la población y, de hecho, en la población mayor de 65 años su frecuencia se puede incrementar hasta un 25 por ciento. Además, también se asocia a una mayor frecuencia de ciertas enfermedades como la diabetes, la hipertensión arterial u otras complicaciones como la obesidad. El proceso de envejecimiento normal conlleva una disminución armónica de la función de los diferentes sistemas corporales, entre ellos el riñón, de forma que a lo largo de la vida se va produciendo una disminución de la función renal. Este proceso es natural y no tiene nada que ver con la enfermedad. Por ello, los expertos asistentes al encuentro han subrayado la necesidad de continuar resaltando la clara diferencia existente entre un proceso normal como el envejecimiento y una enfermedad de gran transcendencia, como es la ERC. “Si igualamos envejecimiento a enfermedad transformamos en enfermos a personas normales y muchas veces esto les impide el acceso a tratamientos que están contraindicados en este tipo de pacientes, limitándoles el beneficio que podrían obtener por ello”, indicaron. En la reunión también se han abordado aspectos fundamentales de la atención al paciente anciano como la asistencia geriátrica del paciente renal y a sus grandes síndromes como la fragilidad; el envejecimiento renal y sus diferencias con la ERC, o las formas de diagnóstico de la enfermedad renal, como la fórmula HUGE. Asimismo, se han abordado otros temas como la asistencia al paciente anciano con ERC antes de su inclusión en técnicas de terapia renal sustitutiva, el ajuste de dosis de fármacos y las complicaciones o patologías que con mayor frecuencia están conectadas en este tipo de enfermos de edad avanzada, como la diabetes, la hipertensión arterial y otros factores de riesgo cardiovascular.

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